Durante la segunda mitad del siglo XX, Chile experimentó un periodo creciente de violencia política. Desde inicios del siglo XX surgieron movimientos sindicales y sociales que buscaban mejorar las condiciones básicas de vida de los(as) trabajadores(as), pobladores(as) y agricultores(as) e incrementar su participación democrática. A menudo, estos sectores chocaron con la élite política y económica, desencadenando enfrentamientos en el espacio público. De ese modo, la violencia estructural (de un sistema económico y social que excluía a las mayorías), se manifestaba frecuentemente en violencia política.  

Desde inicios de la década de 1960, la polarización ideológica se intensificó. Los antiguos partidos de izquierda y de derecha se distanciaron entre si y el centro político quedó vaciado. La negociación entre coaliciones se hizo inviable, por lo que la política propiamente tal dio paso a una colisión frontal entre las facciones. Cada una de estas, además, contaba con fuerzas sociales que se enfrentaron violentamente en las manifestaciones. El Golpe militar del 11 de septiembre de 1973 fue un punto álgido de esta escalada de violencia política. Sin embargo, este hito abrió un ciclo nuevo de violencia estatal y de vulneración de los Derechos Humanos que se extendió (formalmente) hasta el plebiscito de 1988.  

Esta exposición itinerante rescata material gráfico y periodístico desde los archivos del Centro de Documentación Patrimonial de la Universidad de Talca. La selección se detiene en acontecimientos que marcaron los trayectos de la violencia política chilena desde inicios de la década de 1960 hasta el Golpe de Estado de 1973.